jueves, 30 de septiembre de 2010

14 de septiembre de 2010

Ayer te vi. Mi mundo se derrumbó en un segundo cuando apareciste. Estabas hermosa. Tu pelo negro ondeaba con el viento nocturno mientras caminabas por la calle. La incertidumbre me invadió, no supe que hacer. Impotentemente, me quedé quieto mientras te acercabas. Caminabas rápido pero con delicadeza, como un fantasma del pasado que acecha en los recuerdos.
Sin mediar palabra, me abrazaste con fuerza. Tomé tu rostro y te miré a los ojos. Me sonreiste con esa sonrisa tan característica tuya. Esa sonrisa que muestra seguridad pero que a la vez esconde miedos. De pronto, casi imperceptible, una lágrima brotó de tus ojos. Me paralicé mientras veía como resbalaba por tu mejilla y caía por tu rostro.
Entonces comenzaste a hablar. Me dijiste que nunca me abandonarías, que ya no volvería a sentirme solo. Te creí, sonreí y una paz me inundó el corazón. Y mientras estos sentimientos me desbordaban, vos entendías todo a través de mis ojos. Volvimos a abrazarnos y el tiempo se detuvo con nosotros. La luna era el único testigo de nuestra alegría.
Comenzó a llover, traté de cubrirte pero no me lo permitiste, querías a la lluvia. Al principio no entendí el porqué, pero luego vi como otra lágrima intentaba camuflarse entre las gotas. Te tomé de la mano y te prometí que ya no había nada de que preocuparse, yo te iba a proteger de todos tus temores. Me sonreiste y me besaste. Nos fundimos en ese beso que involcra pasión y tristeza. Un beso único bajo la lluvia. El primer beso de la historia. Luego me abrazaste y me susurraste algo al oído.
Esta mañana me desperté temblando. Hacía frío y la lluvia seguía golpeando mi ventana. Estaba solo. Todavía sentía la fuerza de tus abrazos, la dulzura de tu beso. Tus palabras aún flotaban en el aire: "Ha sido un sueño hermoso".

NdA: La inspiración fue lo mejor que me dejaste, te agradezco por eso...

lunes, 13 de septiembre de 2010

Perdiendo la cordura

Fue imperceptible, silencioso y mortal. No se dio cuenta hasta que fue muy tarde. Pero en el momento en el que entendió lo que pasaba, la frustración llenó sus sentimientos hasta el punto de la locura. Ya nada podía hacer, ya no había escapatoria.
Simplemente se quedó quieto, mirando los flashes que pasaban frente a él, como recuerdos incompletos, sucios o pervertidos por la insanidad. Como si fuera poco, comenzó a llover. Las gotas, grandes y pesadas, lo golpearon con fuerza, pero él estaba inmovil, impotente y silencioso.
La gente corría a su alrededor, buscando refugio ante la tempestad, nadie lo miraba. Para ellos él era otro idiota que le gusta estar debajo de la lluvia. Que poco saben. Entonces la tarde se convirtió en noche, y el siguió quieto, mirando y sintiendo todo a su alrededor, pero de una nueva forma, como si ya no perteneciese a ese mundo gris. Todo por una pasión.
Entonces, levantó los ojos y vio una sombra, una silueta femenina. Una lágrima se mezcló con la lluvia cuando la vio sonreir. Sin embargo, antes de que pudiese alcanzarla con su mano, la sombra se desvaneció en el aire, y él entendió que había perdido lo último que le quedaba de cordura.

martes, 7 de septiembre de 2010

Héroes y Ladrones

Pasó tanto tiempo desde aquellos ensayos en el garage. Muchos años desde que pasamos de ilusiones a decepciones. En ese entonces dijimos, "estamos listos", somos los chicos de la Opel-Gang. Estabamos orgullosos de nosotros mismos, aunque nunca creímos que alguien nos iba a seguir. Pero pasaron los años, crecieron los seguidores, y nosotros seguimos caminando. Pero nuestra inocencia no fue lo único que se perdió en el trayecto.
Tantos periodistas amarillistas, que se autoproclaman buscadores de la verdad, nos rodean y pisan los talones, buscan al traidor entre nosotros. Demasiadas entrevistas y programas de televisión. Falsamente amables frente a las cámaras y solo piensan en su corrupción. Siempre la misma pregunta: ¿Siguen siendo punk rock?
Algunos fans nos llamas héroes, otros nos llaman ladrones, acusados de alta traición, a nosotros mismos y al pasado, y sobre todo a quienes fuimos alguna vez.
¿Pero a que canción debemos jurarle lealtad? ¿Cuántas veces quieren escuchar los mismos temas? Hemos tomado toda la razón. Somos asociales, modestos y amables. Los chicos buenos de al lado. Somos profetas, somos mentirosos, a veces falsos, a veces auténticos. Olviden de una vez toda la mierda que se habla sobre nosotros y decidan por ustedes mismos.
Porque nosotros somos héroes y ladrones, acusados de traicionar una idea que murió y se enterró hace mucho tiempo. Aceptamos que somos héroes y somos ladrones, lo aceptamos y vivimos. Pero si ustedes quieren creer en algo, crean en ustedes mismos y no en nosotros.

Basado en la canción "Helden und Diebe" de Die Toten Hosen