martes, 21 de abril de 2009

Criaturas Fantásticas pt 1: El último Dragón

El cielo se oscureció de pronto. En un día completamente despejado sus gigantescas alas lograron eclipsar al sol. Se escuchan golpes de garras, enfrentamientos, rugidos escalofriantes que encojen el corazón de los más valientes. Apenas se ven las criaturas, son flashes rojos, blancos y negros. Vuelan y pelean.
El cielo arde, el fuego que vive en el interior de esas bestias se hace material y la llamarada golpea con fuerza la montaña, provocando derrumbes y avalanchas. El pueblo que mira desde abajo tiene miedo, toma sus cosas y huye. No queda nadie, salvo por un pequeño niño, de unos 7 años, que no pudo escapar de uno de los derrumbes y quedó preso en la montaña. Ahora para sobrevivir, solo le puede subir.
Llaga a la cima, es espectáculo es tremendo, la bestia blanca, y la negra pelean contra la colorada. Estos animales son los verdaderos reyes del mundo. Criaturas fantásticas. El niño queda impávido. Y no se da cuenta de que el dragón rojo lanzó una bocanada que va a dar justo por encima de él. Su tiempo se acaba. Fue solo gracias a la acción del blanco, que se posó arriba para protegerlo, que puede seguir viendo lo que pasa. Ahora el negro ataca, y embiste con fuerza al asesino. Están pegados, y las garras y dientes se mezclan para lograr herir mortalmente al adversario. El blanco se une y también pelea. Muerde con fuerza el cuello del dragón asesino. Este gime y se derrumba, pero un último zarpazo logra herir mortalmente al negro. Ahora son dos los que caen, y nunca volverán a volar.
El blanco llora en silencio, lamenta la pérdida de su amigo. Recién después recuerda al niño. Se eleva y lo mira directamente a los ojos. El chiquillo no tiene miedo, alza su mano y acaricia el rostro escamoso del dragón. Este se mueve al compás de las caricias. El chico lo monta, y ambos planean hasta llegar a la base de la montaña, al pueblo. El niño se baja. El dragón lo mira una última vez y se eleva y vuela muy lejos. Nunca más se lo volverá a ver… al último dragón. Pero el chico creció, y dibujó como único testigo todo lo que vio en esas tres criaturas legendarias. Su nombre es Ciruelo.

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